Nuestra idea se ha convertido en una empresa y nuestra empresa pretende derribar el mito de esos malos administradores insolidarios que trabajan en consultas individuales. Queremos trabajar en equipo de verdad, contando con un compañero en la puerta de al lado que podamos consultar para pedir un punto de vista diferente o para acceder a su conocimiento especializado, queremos celebrar sesiones clínicas conjuntas en las que se presenten los casos complicados, queremos contar con la ayuda de un colega cualificado para afrontar una operación difícil.

Queremos, en fin, trabajar en un grupo completo, competente y organizado que ofrezca a nuestros pacientes la mayor garantía de asistencia, la más actualizada, la  de mayor calidad.

Para conseguirlo es verdad que hemos contado con un grupo humano excepcional seleccionado con todo cuidado. Primera condición: “que sea una persona con la que me iría a cenar”. Después, toda la corte de cualidades personales y profesionales. Esa primera premisa ha sido esencial porque sin ilusión por colaborar en un ambiente distendido sin egoísmos personales de inicio, nuestra iniciativa se hubiera truncado hace tiempo.

Contamos con un organizador excepcional que aúna en su perfil la condición de médico y de gerente, con especialistas de renombre propietarios de consultas de éxito que lo dejan todo para sumarse al proyecto común y con jóvenes de altísima cualificación profesional que tomarán el relevo cuando su nombre suene con la misma fuerza.