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La fractura del Quinto Metatarsiano es una lesión que se produce de forma aguda por traumatismo directo, aunque es más frecuente por traumatismo indirecto derivado de un mal aterrizaje tras salto; la fractura de la base del quinto metatarsiano por mecanismo indirecto es frecuente en jugadores de fútbol, de rugby, de basket, en ballet y danza,… También pueden producirse fracturas de stress del quinto metatarsiano. En este caso nos vamos a centrar en las Fracturas de la Base del Quinto Metatarsiano o Fractura de Jones.
Se denomina metatarsianos a los cinco huesos largos que conforman el antepié, articulándose por delante con las primeras falanges de los dedos y por detrás con la primera línea de huesos del tarso, formando la línea articular de Lisfranc. Todos tienen una forma parecida que varía en tamaño. El más pequeño es el quinto.
La fractura del quinto metatarsiano puede producirse en cualquier punto de su estructura: por detrás de la cabeza (que es la zona distal del metatarsiano o la zona de las falanges) o fractura subcapital, en el trayecto largo o fractura diafisaria y en su base. Aquí, en la base, se producen dos tipos de fractura. La que nos interesa en este momento, por frecuente, es la llamada fractura de Jones que afecta a la zona metafisaria, donde acaba el recorrido tubular del hueso, antes de llegar a la base propiamente dicha. También puede producirse un arrancamiento o avulsión en la extremidad de esa base o cola del metatarsiano pero nos centraremos por sus peculiaridades en la llamada Fractura de JONES.
El mecanismo de producción de esta fractura es un movimiento de rotación del pie con giro sobre la punta del zapato o de la bota fija en el suelo. Se ve favorecido por algunos tipos de calzado deportivo como las botas de fútbol,
que disponen de tacos de apoyo delanteros y traseros pero que dejan una zona central libre de apoyo y por tanto desprotegida.
El paciente nota un dolor inmediato, intenso, acompañado generalmente de un chasquido. Por la proximidad al tobillo es confundido en muchas ocasiones con un esguince lateral del mismo, pero una exploración muy sencilla que despierta dolor al palpar la base del hueso y la confirmación radiográfica establecen el diagnóstico.
El tratamiento es actualmente el punto de la discordia. Tradicionalmente se trataba la fractura con una bota de escayola durante un período de unas seis semanas. Actualmente el tratamiento se ha simplificado mucho, haciéndolo más funcional, lo que será motivo de una próxima nueva entrada en este blog: Tratamiento de la Fractura de la Base del Quinto Metatarsiano.
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