Soluciones Médicas al Envejecimiento Óseo: Osteopenia y Osteoporosis

Este es el resumen de la Charla que el Dr. Iñigo Etxebarria, médico especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología, va a dar en el Curso de la Jornada dedicada al «Envejecimiento Óseo: Prevención y Soluciones«, con el título: «Soluciones Médicas al Envejecimiento Óseo: Osteopenia y Osteoporosis«.

Una de las consecuencias de vivir más, que está muy bien siempre que demos vida a los años y no años a la vida, es que también vamos a enfermar más. Y en lo que respecta a la Traumatología, nos vamos a fracturar más, ya que la pirámide de edad muestra una población cada vez más envejecida. En la fisiología ósea, la edad es uno de los factores de riesgo más importantes para desarrollar una fractura, que es el evento final que queremos evitar, ya que las consecuencias clínicas de varios tipos de fracturas, sobre todo de la temida fractura de cadera, son considerables. Y no sólo clínicos, también económicos, esperándonos un futuro complicado desde ese punto de vista en nuestro modelo actual sanitario.

Una fractura se produce por dos cuestiones muy básicas: Hay una caída (la fractura generalmente se produce tras una caída) en paciente que tiene un hueso más frágil. Por tanto, las dos líneas de acción fundamental a nivel preventivo son prevenir las caídas y fortalecer el hueso.

Respecto a las caídas, es muy importante concienciarse de las consecuencias que puede tener una caída cuando nuestros reflejos, elasticidad y fuerza muscular no son las de antes. El domicilio del paciente es en donde se producen la mayoría de las mismas, por lo que podemos considerarlo un territorio “hostil”. Iluminación correcta, sobre todo al levantarse de noche, superficies no deslizantes, ausencia de alfombras, tener a mano los utensilios habituales, cambiar bañeras…. En definitiva, convertir el hogar en un espacio libre de obstáculos y de posibilidades de tropezarnos.

Respecto al fortalecimiento del hueso, hay una serie de medidas no farmacológicas y tratamiento farmacológico. Dentro de las primeras, podemos destacar la supresión del tabaco, reducción del consumo de alcohol y la moderación en la ingesta de bebidas ricas en cafeína como primeras medidas que no sólo van a favorecer al hueso, también al resto del organismo. Respecto a la dieta, evitar exceso de sal que puede hacer que se pierda más calcio, tomar lácteos o derivados y en general ese “equilibrio” dietético en proteínas y resto de nutrientes teniendo como base la dieta mediterránea. No hay que obsesionarse con “cuánto calcio” tienen los alimentos. Una dieta normal, variada, que incluya lácteos suele cubrir los requerimientos básicos. Es importante también una adecuada exposición solar, siempre que las circunstancias lo permitan, para que la piel genere vitamina D, muy importante en el metabolismo óseo. El ejercicio evitando el sedentarismo es fundamental también para la salud ósea; caminar probablemente sea uno de los ejercicios más completos.

En la cuestión farmacológica, su médico decidirá si es pertinente tomar una medicación para fortalecer el hueso. Sobre todo indicados en aquellos pacientes que ya han sufrido una fractura o en aquellos con especiales factores de riesgo para desarrollarla. Hay diversas formulaciones. Oral (semanal o mensual), subcutáneo (diario, semestral) e incluso intravenoso (anual). Dependerá de varias circunstancias para elegir uno u otro. Eso sí, si se decide que hay que tomarlo, lo correcto es mantenerlo varios años, sin abandonarlo, ya que necesita su tiempo para poder ejercer la acción correspondiente en el hueso. Su médico se encargará del seguimiento correspondiente.

Acceso a la página de las Jornadas que organiza el «Foro Salud Sendagrup» bajo el lema:

«Cuidando nuestro Cuerpo a lo largo de la Vida«.