La rotura del Ligamento Cruzado Anterior (LCA) es una lesión relativamente frecuente y como referencia podríamos decir que en España se producen entre 45 y 50 roturas de LCA al día, lo que supone entre 16.000 y 18.000 roturas de LCA al año. Esta incidencia es mayor en la población deportiva, siendo el Fútbol, el Ski y el Baloncesto los deportes en los que con mayor frecuencia se produce la rotura del ligamento cruzado anterior.
Salvo en algunos casos de rotura de Ligamento Cruzado Anterior en los que en poco tiempo la rodilla se estabiliza y no requieren tratamiento quirúrgico, la gran mayoría van a precisar una Reconstrucción del Ligamento Cruzado Anterior para estabilizar y normalizar la rodilla, reconstrucción que en la actualidad se realiza mediante artroscopia y utilizando una plastia mayoritariamente autóloga.
Aparte del largo proceso de rehabilitación y recuperación que trae consigo esta cirugía, esta no está exenta de efectos secundarios a medio plazo, ya que un porcentaje significativo de las rodillas operadas por rotura de LCA derivan a una Osteoartritis o Artrosis de Rodilla.
En un estudio realizado por Barenius y col del Instituto Karolinska de Estocolmo y publicado en el American Journal of Sports Medicine con el título «Increased risk of osteoarthritis after anterior cruciate ligament reconstruction: a 14-year follow-up study of a randomized controlled trial«, analizaron la evolución de 135 pacientes sometidos a reconstrucción del Ligamento Cruzado Anterior durante 14 años y encontraron que tras ese tiempo después de la cirugía, un 57% tenía una Osteoartritis de la rodilla operada, mientras que en la rodilla no operada la osteoartritis estaba presente en el 18% de los mismos pacientes. Por ello, Barenius y colaboradores concluyen que la cirugía reconstructiva del LCA aumenta en 3 veces las posibilidades de sufrir una artrosis de rodilla al cabo de 14 años.
Más recientemente Jarvela y col del Hospital Universitario de Tampele en Finlandia también han publicado un estudio titulado «Double-Bundle Versus Single-Bundle Anterior Cruciate Ligament Reconstruction: A Prospective Randomized Study With 10-Year Results» en el que realizan un seguimiento de 10 años a 70 pacientes que han tenido una Reconstrucción del Ligamento Cruzado Anterior y encuentran que el 38% de los pacientes sufren una osteoartritis de la articulación operada, porcentaje que va aumentando con el tiempo por lo que es posible que 4 años más tarde alcancen un porcentaje similar al del estudio de Barenius y col.
En definitiva, la Reconstrucción del Ligamento Cruzado Anterior mediante artroscopia es el tratamiento de elección en las roturas de LCA con rodilla inestable, pero hay que ser conscientes de que el riesgo de sufrir una artrosis de rodilla en el futuro aumenta significativamente en relación a la rodilla no operada.
Por todo ello, hay que aconsejar a las personas que han sido tratadas por la rotura del ligamento cruzado anterior que extremen las medidas tendentes a mejorar la salud de la articulación (el mantenimiento de un peso adecuado puede ser la medida más importante) y a mantener controles periódicos que orienten sobre su evolución.
Acceso a la Unidad de Artroscopia de Sendagrup
Acceso a la Unidad de Terapia Regenerativa de Sendagrup, donde hay referencias a artículos relacionados con el tratamiento de la Artrosis de Rodilla utilizando Plasma Rico en Plaquetas (PRP).
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