A la hora de estudiar un episodio de vértigo, el pilar fundamental es la historia clínica. Por esta razón, el vértigo en los niños es una patología a menudo difícil de valorar dada la dificultad que presentan los niños pequeños para describir aquello que les está ocurriendo.
La sintomatología del vértigo se caracteriza por una sensación de giro de objetos o de movimiento de uno mismo, con desequilibrio o incapacidad para mantenerse en pie, caídas, naúseas y vómitos, sudoración y palidez. Sin embargo, en los niños esta sintomatología no es siempre evidente.
En general, son niños que acuden a la consulta por episodios de mareo, inestabilidad, a menudo acompañado de cefalea, por lo que es necesario descartar una patología neurológica o una alteración de la marcha, deberá realizarse una exploración general y neurológica. Siempre es preciso realizar una valoración auditiva y una exploración otoneurológica completa. También es importante descartar trastornos visuales.
Las causas más frecuentes de vértigo en la edad pediátrica son el vértigo paroxístico de la infancia y la migraña vestibular, siendo el primero más frecuente en los niños más pequeños y la migraña vestibular más frecuente en los niños de más edad y adolescentes. Otras causas frecuentes de vértigo en niños son el vértigo posicional, la enfermedad de Menière, la neuronitis vestibular y las laberintitis o episodios de vértigo relacionados con otitis medias.
Este contenido es un resumen de la Ponencia que va a desarrollar la Dra. Idoia Palicio, dentro de la Jornada «Atención Pediátrica Especializada» que se celebrará el próximo día 27 de Marzo.
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