Sendagrup. Medicos Asociados
Donostia – San Sebastián
Se trata de un problema frecuente de dolor en la región posterior del tobillo en el adulto. Afecta sobre todo a hombres entre 30-40 años con una incidencia mayor en corredores (sobre todo sprin
ters), jugadores de fútbol, baloncesto y hockey, así como en sedentarios.
Se distinguen dos tipos de Tendinopatía de Aquiles:
- Tendinopatía no-insercional: Constituye aproximadamente el 75% de los casos de tendinopatía y su localización se encuentra entre 2-6 cm por encima de la inserción del tendón en el calcáneo.
- Tendinopatía insercional: Encontramos este tipo de tendinopatía en el restante 25% de los casos y se caracteriza porque la localización de la lesión se encuentra en la inserción tendinosa en el calcáneo.
La Tendinopatía de Aquiles se manifiesta como un dolor típicamente intermitente, a menudo quemante, que aumenta con la actividad física y disminuye tras un período de descanso. Es frecuente que se acompañe de tumefacción en la zona y sensación de rigidez y menos fuerza.
El diagnóstico suele ser clínico. Las radiografías simples son poco útiles y no suele existir una correlación clínico-radiológica. Únicamente deben realizarse pruebas de imagen en caso de duda diagnóstica, en cuyo caso, la ecografía y la resonancia magnética son las mejores pruebas para estudiar dicha patología. En ellas se pueden visualizar cambios degenerativos no-inflamatorios (tejido desorganizado).
En cuanto al tratamiento, las opciones son múltiples: pauta corta de anti-inflamatorios no esteroideos en los casos agudos, reposo relativo, plantillas, taloneras y férulas nocturnas, así como tratamiento con fisioterapia, TENS, ultrasonidos,… Todas estas medidas no han demostrado tener buenos resultados.
Los dos tratamientos más estudiados y con un mayor nivel de evidencia científica son los ejercicios excéntricos (sobre todo en la tendinopatía no-insercional) y la terapia con ondas de choque extracorpóreas, que ha demostrado ser efectiva tanto en la tendinopatía insercional como en la no-insercional, sobre todo, en casos en los que la patología se haya cronificado y sea rebelde a las medidas anteriormente descritas. La característica principal del tratamiento con Ondas de Choque en la Tendinopatía de Aquiles es la regeneración del tendón, gracias a su capacidad de crear nuevos vasos (neovascularización) y está dando resultados excelentes.
Sólo en casos en que el tratamiento conservador falla, la cirugía podría ser una opción.
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