Dr. José Ángel González García
Sendagrup. Medicos Asociados
Con la llegada del verano, el aumento de las temperaturas, el inicio de la temporada de baños en piscina y mar y el aumento del tiempo de ocio y las vacaciones se producen una serie de patologías específicas relacionadas con el oído, la nariz y la garganta que son más frecuentes en esta época del año diferentes a los cuadros típicos del invierno.
Desde Sendagrup recordamos estas patologías y damos una serie de recomendaciones para disfrutar del ocio y las vacaciones con seguridad y recordamos que la Unidad de Otorrinolaringología se ofrece para informar y atender pacientes en sus instalaciones en la Calle Zuatzu 8, bajo izda; teléfono 943 506 506.
Otitis Externa Difusa.
La Otitis Externa Difusa es la infección bacteriana de la piel del oído externo. Se produce por la entrada de agua contaminada sobre todo en oídos predispuestos por su forma a acumular agua durante unas horas tras los baños. Es más frecuente tras el baño en piscinas que en el mar y cursa con un intenso dolor, que habitualmente despierta al paciente por la noche y que se intensifica al manipular el cartílago de la oreja. Se presenta a cualquier edad pero es típica de niños de 2 a 10 años.
El diagnóstico es por los síntomas y la presencia de edema y derrame en el conducto auditivo externo acompañado del signo del trago (dolor intenso al mover el cartílago tragal de la oreja). El tratamiento consiste en analgésicos orales asociados a gotas de antibiótico que deben instilarse en el interior del conducto auditivo externo y suele remitir en 48 horas una vez instaurado el mismo.
Se debe prevenir mediante el uso de tapones de baño en aguas contaminadas y piscinas, evitando el uso de bastoncillos que pueden lesionar e impedir el correcto funcionamiento del sistema de autolimpieza del oído y secando bien ambos oídos con una toalla o un secador a temperatura templada tras los baños. En caso de infecciones frecuentes su otorrinolaringólogo le recomendará unas gotas con acidificante o antibiótico tras los baños para prevenir la infección.
Exóstosis del Conducto Auditivo Externo.
La exóstosis consiste en el crecimiento patológico de las capas más externas del hueso que forma el conducto auditivo externo hacia dentro de la cavidad, estrechándola y predisponiendo a padecer infecciones de repetición, acúmulo de cera y piel y en casos más graves una pérdida auditiva por cierre del sistema de conducción del sonido. Es típica de la exposición a aguas frías y por eso se ha denominado oído del nadador, del surfista o del submarinista. Se cree que es una respuesta defensiva al frío tras baños repetidos y se produce de forma lentamente progresiva siendo indolente hasta que está en un estado avanzado.
Para su prevención se recomienda que todas las personas que realicen frecuentes baños, sobre todo en el mar y en aguas frías, lleven tapones de oídos especialmente diseñados para evitar la entrada de agua. En el caso de los submarinistas (recordamos que para la inmersión con botellas de aire está prohibido el uso de tapones) se recomienda el uso de gorros de neopreno que calienten el agua retenida en su interior. Una vez establecido un cuadro avanzado con complicaciones como infecciones frecuentes o pérdida auditiva la cirugía de ampliación de conducto es la única solución. Recomendamos que en caso de infecciones de oído o pérdida de audición por taponamiento acuda lo antes posible a un otorrinolaringólogo que le recomendara las medidas opertunas para la prevención o tratamiento de la exóstosis.
Exposición a ruidos intensos.
El verano es época de festivales, conciertos, fiestas populares y aumento de la vida nocturna con la consiguiente exposición a ruidos de alta intensidad. La exposición sonora puede derivar en una pérdida auditiva, presencia de ruidos constantes en el oído (acúfenos) y alteración de la capacidad para entender el lenguaje.
La mejor forma de prevenir la alteración de la audición es evitar la exposición a ruidos y si uno se va a exponer se recomienda el uso de tapones diseñados para reducir la intensidad de presión sonora que llega a nuestro oído interno. Estos tapones permiten llevar una conversación y disfrutar de la música a la vez que nos protegen de lesiones en las delicadas células ciliadas del oído interno.
En la pasada edición del Festival Primavera Sound 2014 los organizadores facilitaron la compra de tapones antiruido poniendo stands de venta de tapones de alta calidad a precios reducidos, iniciativa muy recomendable, si bien es cierto que el uso sigue siendo minoritario.
Accidentes de submarinismo.
El submarinismo en apnea y con botella de aire comprimido permite disfrutar de la vida salvaje en su entorno natural, enseña a apreciar la naturaleza y es un deporte de gran belleza, pero no deja de ser un deporte de riesgo donde el ser humano sale de su medio natural y se expone a un medio acuático en el que se alcanzan altas presiones según la profundidad.
Dentro de los accidentes leves de buceo en otorrinolaringología están las rinitis, sinusitis y otitis por cambio de presión y los dolores dentarios, la cinetosis o mareo por viajes en barco y los contactos faciales con algas, medusas y animales marinos urticantes.
Los accidentes graves son por descompresión rápida y se producen al realizar un ascenso demasiado rápido tras una inmersión larga o profunda y pueden tener consecuencias graves a nivel del sistema auditivo, del sistema nervioso, a nivel pulmonar y por embolismo aéreo a zonas sensibles del organismo.
Para evitar accidentes de buceo doy tres recomendaciones:
- Si hace tiempo que no buceas hazte un nuevo reconocimiento médico y acude a un centro de buceo titulado para realizar un curso de reciclaje y recordar las normas básicas de seguridad.
- Equípate siempre con el material adecuado, revisa tu equipo o acude a un centro de buceo donde te suministren material revisado.
- Bucea siempre con monitores o compañeros más experimentados que tú, haciendo un buen plan previo de la inmersión donde se determinen la profundidad y el tiempo de las paradas de descompresión.
Exposición solar.
La exposición prolongada a los rayos ultravioleta procedentes del sol tiene efectos inmediatos (quemaduras solares) y tardíos (envejecimiento de la piel, manchas solares y predisposición a carcinomas y melanomas de piel). Para defendernos del efecto dañino del sol nuestras células de la piel estimulan la producción de melanina, un pigmento que da un color cobrizo a nuestra piel y nos defiende del sol. Cuando la producción es excesiva por exposiciones repetidas la piel puede llegar a estimular el sistema defensivo de tal manera que se descontrola y se altera produciendo una replicación celular acelerada que en ciertos casos puede dar lugar a un tumor maligno. Recordemos que el cáncer de piel es el más frecuente de todos los tumores malignos tanto en hombres como en mujeres. Los niños están especialmente indefensos frente a las quemaduras solares.
Para evitar esto lo mejor es eludir las exposiciones prolongadas al sol, sobre todo en las horas centrales del día, utilizar de forma frecuente una crema de alta protección solar (SPF 50 o más), ir a la playa o piscina con ropa ligera y gorros que tapen el sol y utilizar gafas de sol que protejan la delicada piel de los párpados. En caso de quemaduras solares no dude en consultar con su médico. Siempre que aparezca una lesión en la piel que sangre, pique o produzca cualquier tipo de síntomas, sobre todo si es mayor de 5 mm, irregular o sangrante acuda urgentemente a su médico para ser evaluado.
Sordera Súbita.
La sordera súbita es la pérdida de audición debida a deterioro del oído interno que se establece en un período inferior a 72 horas (habitualmente unos pocos minutos u horas) sin otros antecedentes de enfermedad en el oído afectado. Puede acompañarse de un ruido constante en el oído (acúfeno) o de sensación de vértigo o desequilibrio. El 95 % afectan a un solo oído.
Sin que la comunidad científica haya encontrado una relación causal, estadísticamente, sabemos que hasta el 70% de las sorderas súbitas se producen en verano y otoño.
En caso de pérdida súbita de la audición, se recomienda que acuda inmediatamente a su médico de atención primaria, ya que cuanto menos tiempo transcurra entre la aparición de la sodera y el inicio del tratamiento más posibilidades habrá de recuperar la audición.
Reactivación de herpes nasolabiales.
El denominado herpes labial se trata en realidad de una reactivación de una infección herpética que se tuvo en el pasado y que se manifiesta como una lesión pruriginosa, dolorosa y con vesículas en la región perioral, que en transcurso de unos días se convierte en una lesión costrosa que acaba curando por sí misma. Entre otros muchos factores la exposición a los rayos UVA es un factor precipitante de la reactivación herpética. Por tanto en los meses de verano se debe recurrir a la protección solar intensa en la zona facial. En caso de reactivación la higiene exhaustiva de manos para evitar el contagio es preceptiva así como evitar el contacto directo con otras personas afectadas por este tipo de lesiones herpéticas.
Enfermedades de trasmisión sexual
En los meses de verano se produce un incremento estadístico de las enfermedades de transmisión sexual por tanto recordemos las medidas de protección y seguridad en las prácticas sexuales. Uso obligatorio de métodos anticonceptivos de barrera como el preservativo y consulta al especialista en caso de padecer cualquier lesión en las zonas de boca, faringe o genitales. Desde hace unos años se recomienda la vacunación frente al virus del papiloma humano en adolescentes (tanto chicos como chicas) antes del inicio de las relaciones sexuales.
Epistaxis
Los sangrados nasales aumentan su frecuencia en verano debido al aumento de las temperaturas y la presión atmosférica.
Un control adecuado de la tensión arterial, evitar esfuerzos físicos en horas de calor y usar pomadas nasales humectantes y protectoras en las personas predispuestas pueden prevenir la aparición de hemorragias nasales, que aunque no son graves si pueden ser angustiosas y molestas por la tendencia a la repetición.
Rinitis, Sinusitis y Faringitis catarrales por exposición a aire acondicionado
La exposición prolongada al aire acondicionado produce un enfriamiento y sequedad de las mucosas nasal, sinusal y faríngea predisponiendo a la aparición de cuadros agudos de tipo faringítico, catarral o sinusítico.
Evitar la exposición prolongada a los aires acondicionados, con descansos saliendo al exterior o apagando los equipos acondicionadores, hacer una hidratación correcta bebiendo agua y zumos frutales ricos en vitamina C y climatizar a una temperatura no excesivamente baja pueden prevenir la inflamación de las mucosas de la vía respiratoria evitando los tan temidos catarros de verano.
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